
Cómo reconocer una funda de seda auténtica (y evitar imitaciones)
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El auge de los productos de seda ha traído consigo un problema: muchas “fundas de seda” en el mercado no son realmente seda, sino poliéster o satén sintético. Estas imitaciones pueden parecer similares a simple vista, pero no ofrecen los beneficios reales para la piel, el cabello ni el descanso.
Si quieres invertir en calidad y bienestar, es importante aprender a distinguir la seda auténtica de morera de los tejidos sintéticos. A continuación, te explicamos cómo identificarla fácilmente y por qué elegir seda natural 22 mommes certificada OEKO-TEX® Standard 100, como la que usamos en Onisa Coté, marca una gran diferencia.
1. Comprueba la etiqueta y la composición
Una funda de seda auténtica debe indicar “100% silk” o “100% seda de morera (mulberry silk)”.
Si ves términos como satin, silky touch o polyester, no es seda.
👉 La funda de almohada de seda Onisa Coté está fabricada con seda natural 22 mommes, sin mezclas sintéticas.
2. El tacto: la prueba definitiva
La seda natural tiene un tacto frío al inicio y luego se adapta a la temperatura corporal. Además, se desliza suavemente sin resbalar en exceso, mientras que los tejidos sintéticos suelen ser más brillantes y “plásticos”.
3. El brillo natural (no artificial)
El brillo de la seda auténtica es suave y elegante, cambia ligeramente según la luz.
El satén sintético, en cambio, tiene un brillo plano y uniforme. Si brilla igual desde cualquier ángulo, probablemente no sea seda natural.
4. Controla el gramaje: 22 mommes, el estándar de lujo
El “momme” mide la densidad de la seda. Cuantos más mommes, mayor durabilidad y suavidad.
La seda de 22 mommes que usamos en Onisa Coté es la más equilibrada entre ligereza, resistencia y confort, ideal para dormir todo el año.
5. Certificaciones que garantizan autenticidad
Asegúrate de que la seda tenga el sello OEKO-TEX® Standard 100, que garantiza la ausencia de sustancias nocivas.
Nuestra seda pasa estrictos controles para asegurar seguridad y respeto ambiental.
Conclusión
Invertir en una funda de seda auténtica no es solo cuestión de lujo, sino de salud, descanso y durabilidad.
Evita imitaciones y elige calidad certificada: la auténtica seda transforma tu piel, tu cabello y tu descanso desde la primera noche.
💡 Descubre la funda de almohada de seda Onisa Coté y siente la diferencia real entre la seda natural y las imitaciones.