
Cómo elegir la mejor funda de almohada de seda según la estación del año
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Dormir bien es fundamental durante todo el año, pero no siempre necesitamos lo mismo en verano que en invierno. La elección de la ropa de cama adecuada influye en la calidad del descanso y en la salud de tu piel y tu cabello. En este sentido, las fundas de almohada de seda se adaptan a cada estación, gracias a sus propiedades termorreguladoras, hipoalergénicas y su incomparable suavidad.
En Onisa Coté, trabajamos con seda natural de 22 mommes, certificada OEKO-TEX®, que garantiza lujo y bienestar en cualquier época del año. Hoy te contamos cómo elegir tu funda de seda ideal según la estación para disfrutar siempre del mejor descanso.
1. Fundas de seda en verano: frescura y ligereza
El calor puede interrumpir el sueño y provocar despertares frecuentes. La seda actúa como un tejido naturalmente transpirable y fresco, que ayuda a regular la temperatura corporal y evita la sudoración excesiva.
Además, a diferencia del algodón, la seda no absorbe tanto la hidratación de tu piel, lo que permite que tus sérums y cremas nocturnas actúen mejor durante las noches cálidas.
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2. Fundas de seda en otoño: la transición perfecta
En otoño, las temperaturas bajan, pero aún no hace frío intenso. Aquí la seda demuestra su capacidad de adaptarse a los cambios climáticos, manteniendo un confort estable.
Además, es un material hipoalergénico, ideal para quienes sufren de alergias estacionales, ya que reduce la acumulación de ácaros y bacterias.
3. Fundas de seda en invierno: calidez y confort
Durante los meses fríos, buscamos calor y suavidad. La seda actúa como un aislante natural que conserva la temperatura corporal sin crear exceso de calor.
Dormir con seda en invierno no solo garantiza abrigo, sino también un tacto lujoso que transforma la cama en un refugio acogedor.
👉 Combínala con un antifaz de seda para un descanso profundo incluso en las noches largas de invierno.
4. Fundas de seda en primavera: protección y equilibrio
La primavera trae consigo alergias y cambios bruscos de temperatura. La seda, gracias a sus propiedades hipoalergénicas y su superficie suave, protege la piel de irritaciones y ayuda a mantener un descanso equilibrado.
Es también la estación perfecta para renovar tu ropa de cama y apostar por tonos como el champagne o el blanco, que aportan luminosidad y frescura al dormitorio.
5. Seda: una inversión anual en salud y belleza
Más allá de las estaciones, dormir sobre seda cuida tu piel y cabello durante todo el año. Reduce el encrespamiento, previene las arrugas del sueño y aporta un extra de bienestar que se nota en tu día a día.
Conclusión
Elegir la funda de almohada adecuada según la estación puede marcar la diferencia entre un descanso interrumpido y un sueño reparador. La seda es el único material que ofrece frescura en verano, calidez en invierno y confort constante todo el año.
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